Mindfulness y enfermedad de Alzheimer

MindfulnessAlzheimerLa práctica del mindfulness, aunque se basa en ejercicios muy sencillos, implica el uso intensivo de la atención, así como unas buenas dosis de auto-conciencia. La enfermedad de Alzheimer, por su parte, cursa con importantes problemas en el funcionamiento cognitivo, entre los cuales los más conocidos son los que afectan a la memoria, la atención y la capacidad de razonamiento. Visto así, parecería que las personas aquejadas por esta enfermedad neurodegenerativa podrían tener dificultades para seguir un entrenamiento en mindfulness y experimentar los beneficios de la atención plena. Pero más bien al contrario, algunas investigaciones recientes apuntan a que la práctica de esta forma de meditación puede tener efectos positivos sobre el funcionamiento cognitivo en personas con Alzheimer.

Recientemente un estudio realizado por Wells et al. (2012), en el que emplea un diseño de control aleatorio, ha encontrado cambios en la actividad cerebral espontánea en un grupo de personas con deterioro cognitivo leve, tras practicar mindfulness durante aproximadamente 30 minutos diarios a lo largo de 8 semanas. Aunque no se observó una mejoría en la memoria episódica de aquellos que habían realizado el entrenamiento, sí que había una tendencia –no estadísticamente significativa- a que mejorasen sus puntuaciones en la subescala cognitiva para la evaluación del Alzheimer, así como en medidas de resiliencia y estrés. Los resultados parecen alentadores, al indicar estas tendencias positivas, pero en ningún caso son concluyentes, sobre todo si atendemos a que tan sólo 9 personas estuvieron en el grupo de tratamiento y 5 en el de control.

En el contexto español, un grupo de investigadores vinculados a la Universidad de La Laguna ha realizado en colaboración con la Fundación Lidia García (Las Palmas de Gran Canaria) un estudio longitudinal a lo largo de 2 años. En él emplearon un diseño aleatorizado de simple ciego con cuatro condiciones: mindfulness (n=42), estimulación cognitiva (n=31), entrenamiento en relajación muscular (n=43) y grupo de control (n=43). Los participantes cumplían como criterio de inclusión el diagnóstico de enfermedad de Alzheimer probable según los criterios de la NINCDS-ADRDA. Todas ellas estaban recibiendo como medicación el fármaco donepezilo y las intervenciones psicológicas realizadas tenían un carácter complementario a los tratamientos que recibían, llevándose a cabo 3 sesiones semanales de tratamiento no farmacológico.

Los participantes en el estudio eran similares en la línea base en lo que respecta a variables sociodemográficas, clínicas (años de diagnóstico, hipertensión arterial, cardiopatías, diabetes, enfermedad tiroidea, hipercolesterolemia, psicopatología y marcadores genéticos APO) y neuropsicológicas, teniendo en cuenta las puntuaciones en el Mini-mental state examination (MMSE). Todos los participantes fueron valorados con una demencia leve o moderada (GDS 3 y 4) por un servicio de neurología independiente a la realización del estudio. A partir de la línea base, los investigadores fueron tomando medidas semestrales referentes al grado de discapacidad y funcionamiento cognitivo.

Según indica Domingo Quintana, que se encuentra realizando su Tesis bajo la supervisión de Mayte Miró sobre los datos obtenidos, los resultados apuntan a que el entrenamiento en mindfulness frenaría la pérdida de la capacidad cognitiva en los enfermos diagnosticados de Alzheimer probable. El grupo de tratamiento basado en mindfulness presentó una mejor capacidad funcional que el resto; y en cuanto al funcionamiento cognitivo, aquellos que habían sido entrenados en mindfulness o en estrategias de estimulación cognitivas se encontraban a la par, con puntuaciones superiores a las encontradas para el entrenamiento en relajación y el grupo control. Estas diferencias aparecían ya desde los 6 meses de intervención y se mantuvieron a lo largo de los 2 años que duró el estudio, como puede verse en la gráfica adjunta.

MindfulnessAlzheimerQuintana

Los investigadores son cautelosos a la hora de interpretar sus resultados y refieren que obviamente éste es un campo donde aún queda mucho por conocer. No obstante, los resultados son prometedores e indican que la práctica del mindfulness podría ser un tipo de intervención a considerar de cara a paliar –o al menos ralentizar- el deterioro cognitivo en enfermedades como el Alzheimer. Las investigaciones previas habían apuntado ya a los beneficios de la meditación sobre aspectos como la salud física o en la intervención sobre problemas psicológicos, como la depresión y los trastornos de ansiedad. Los efectos beneficiosos del mindfulness entre los cuidadores de personas en situación de dependencia también son conocidos. La originalidad la investigación de Quintana et al. estriba, sin embargo, en dos de sus características: se orienta al análisis de los efectos del mindfulness sobre las funciones cognitivas y lo hace con un programa orientado a pacientes con deterioro cognitivo.

Más allá de que los resultados sean aún provisionales, se trata de una iniciativa a valorar por varios motivos. En primer lugar, es una propuesta socialmente relevante si se considera la prevalencia de la enfermedad de Alzheimer, dado que según Casado y Calatayud (2009) 1 de cada 4 personas mayores de 85 años la padecerá. Además este aspecto es de especial relevancia si tenemos en cuenta que en las consultas de atención primaria se puede llegar a encontrar que la mitad de personas mayores de 50 años presenta quejas de pérdida de memoria (Juncos-Rabadan et al., 2012). Segundo, necesitamos saber más sobre cómo actuar para mejorar la calidad de vida de las personas que se ven expuestas al deterioro que la enfermedad neurodegenerativa conlleva. El uso del mindfulness para ello -podríamos decir- está aún en fase experimental, pero de confirmarse su eficacia puede tratarse de una forma relativamente sencilla y poco costosa de favorecer el bienestar de muchas personas. Finalmente, este proyecto representa un ejemplo de intercambio entre la investigación académica y el trabajo aplicado de los profesionales que a diario trabajan con personas con déficits cognitivos. En la actualidad, un programa de entrenamiento cognitivo enriquecido con el uso de mindfulness y basado en esta investigación se aplica en el Centro Sociosanitario Nuestra Señora del Pino (Gran Canaria, España) bajo la denominación de “El gran juego de la vida atenta”.

Enlaces de interés:

Puedes contactar con Domingo Quintana, uno de los autores de esta investigación, haciendo click aquí.

Para saber más sobre el programa “El gran juego de la vida atenta” y acceder a diversos materiales relacionados con el tema de mindfulness y Alzheimer, haz click aquí.

Referencias:

ResearchBlogging.org

Wells, R., Yeh, G., Kerr, C., Wolkin, J., Davis, R., Tan, Y., Wall, R., Walsh, J., Kaptchuk, T., Press, D., Phillips, R., & Kong, J. (2012). P02.146. Mindfulness based stress reduction in adults with mild cognitive impairment: a pilot study using fMRI BMC Complementary and Alternative Medicine, 12 (Suppl 1) DOI: 10.1186/1472-6882-12-S1-P202.   Texto completo.

Quintana Hernández DJ, Miró Barrachina MT, Santana del Pino A, Rojas Nieto JE, Hernández Negrín I y Osorio Orozco C. Entrenamiento en habilidades de la vida diaria basado en atención plena (mindfulness) en la Enfermedad de Alzheimer: estudio longitudinal Canarias. Comunicación presentada en el XXV Congreso de la Sociedad Canaria de Geriatría y Gerontología, noviembre de 2012.

Quintana Hernández DJ, Miró Barrachina MT, Santana del Pino A, Rojas Nieto JE, Hernández Negrín I y Aguilar Zerpa N. Enfermedad de Alzheimer y tratamientos no farmacológicos: Resultados en el área cognitiva del estudio longitudinal Canarias. Comunicación presentada en el XXV Congreso de la Sociedad Canaria de Geriatría y Gerontología, noviembre de 2012.

Casado, I. y Calatayud, T. (2009). Epidemiología y Factores de Riesgo. En Molinuevo, J.L. y Peña-Casanova J. (Editores). Guía oficial para la práctica clínica en demencias: conceptos, criterios y recomendaciones 2009. Barcelona: Thomson Reuters

Juncos-Rabadan, O., Pereiro, A. X., Facal, D., et al. (2012). Prevalence and correlates of cognitive impairment in adults with subjective memory complaints in primary care centres. Dementia and geriatric cognitive disorders33(4), 226–232. doi:10.1159/000338607